Descuelgo la llave
de la verdad, en una pared llena de
grietas que resquebrajan la columna de mi espina dorsal, con ella abro la
puerta del sentimiento, destaca una escalera,
No encuentro rostros, sigo caminando, sombras o quizá
fantasmas acompañan mis pasos,
Siluetas dibujadas
de sonrisas, entre el humo que emborrona mis dudas, una profundidad de
verdades en unos ojos que dan paso a las miradas; besando palabras,
Quizá llegando al
fondo de aquel camino conozca si hay regreso por el mismo, o tan apenas fue
corto e intenso, puedo acariciar como si
de realidad se tratara, la punta del alma,
Comprobar que tiernamente satisface el suspiro que
arrastra mi piel,
Y a cada caricia pasión me susurra en silencio, comprendo entonces que nada es eterno cuando mi piel se eriza.
Termina a mis pies el camino, un aroma llega a mis
sentidos..."tan sólo" es el perfume del corazón,
esencia de la vida; cada peldaño lleva inscrito el nombre de un recuerdo, no pude abandonarlos y tampoco sé si quise hacerlo; Son parte de mí, de mi piel…
Aprendí, que el tiempo que pasa desde la luna hasta el sol es tiempo de amar, son nuevos amaneceres que me invitan a bailar entre la música de tus caricias.
No debiste bajar aquella escalera, en ella, tu desnudez dejo la huella de tus mejores sonrisas, ya no hay miedos, ni dudas, ni luchas...Olvidamos que el mundo sigue ahí fuera, sigo abrazando, yo, te espero aquí, para cuando quieras volver a recogerlas.
Esa puerta, se fundió en mi pecho en un abrazo infinito uniendo en ese instante nuestra eternidad.
Desde mi mirada...beso