Resurge mi paseo en la gélida mañana;
Como en una batalla, mis oídos alertan el susurro de las olas,
La mirada al frente ocultando palabras calladas,
Erigen corazón y alma;
Labios de mi paraíso, sedientos del respirar,
Procurando no tropezar con ningún alma vagabunda...
Recorriendo una arena taciturna,
En la que una gaviota desaforada detiene el silencio,
Y pertinaz la melodía del mar…murmulla con palabras del mismo Tagore…
“oye! Corazón mío, los suspiros del mundo, qué está queriendo amarte!
.
Desde mi mirada…beso